
Con éste artículo; me gustaría rescatar la idiosincrasia que caracterizaba a nuestro núcleo de El Puerto. A veces, tenemos que viajar al pasado, para revisar nuestro trayecto a lo largo de la historia de un Pueblo o Municipio.
Asimismo, reconducir nuestros principios, de lo que fue un Pueblecito de pescadores y agricultores de la platanera. No obstante, vamos a viajar al pasado seguidamente. Es cierto que no soy longevo, por eso no podré situarme muy atrás en la historia.
Recuerdo muy bien, cuando llegaban los barcos de pesca al muelle viejo; sus capturas de albacoras y atún en general, eran merecedoras de un gran premio aunque por si mismo, ya tenían el premio con las capturas.
Siempre que llegaba pescado a nuestro muelle, se repartía entre las señoras del lugar colocándolo en las cestas, y a su vez trasportándolas en sus cabezas. El trayecto a seguir, era tomar el camino rural del Time, dirección a Tijarafe. Mas tarde, vendrían las cestas llenas de papas, verduras, o bien con algunas monedas.
Los agricultores; la mayoría trabajaban como peones del campo o bien en las bases. Es decir, existían varios terratenientes que eran dueños de las tierras, mientras los demás habitantes del Municipio eran peones.
Desde el punto de vista cultural y de ocio; uno de los eventos por excelencia era la celebración de cada año, una fiesta en honor a Nª. Sra. La Virgen del Carmen, patrona y protectora de todos los marineros. En la que todos los habitantes aportaban su granito de arena. Algunos con recursos económicos o bien apoyando en la organización de fiestas. También recuerdo que, todas las tardes se reunían las señoras y señores en algunos casos, para jugar al bingo, se sentaban en las aceras de alguna urbanización, y así pasaban la tarde. Éste momento era propicio para “alegar” de todo lo sucedido en el Puerto, como denominaba algunos las charlas que aquí se realizaban.
Sin extenderme mucho más; en referencia a ésta exposición de la historia de mi pueblo y en especial a nuestro núcleo de El Puerto, seguidamente, quiero exponer mi repulsa por todos los cambios negativos sufridos, tanto a mi población como al lugar que alberga nuestra vida en El Puerto.
Desde mi punto de vista; las relaciones sociales, culturales y deportivas han sufrido muchos cambios negativos. Los factores que han desencadenado dichos cambios, se relacionan con el sistema político aplicado, en los quince años anteriores. De tal modo que, la sociedad está politizada, es decir, la población está dividida por intereses políticos ajenos a su ideología. Asimismo, considero que los muchos habitantes, tienen coaccionado su intención al voto por un puesto de trabajo temporal en el Consistorio Local. Por todo ello, se genera una división interna entre los habitantes y muchas familias, que da lugar a unos cambios de convivencia sociales muy desagradables. Nuestro núcleo de El Puerto, está influenciado por una democracia viciada, de presunta desigualdad de derechos y libertades de expresión. Además, con estos ejemplos, nuestros jóvenes tienen muchas dificultades para formarse, con igualdad de oportunidades y derechos, no pueden tener expectativas de futuro, por lo cual muchos optan por irse fuera de El Puerto. Sólo tienen derecho los jóvenes que simpatizan con unas siglas políticas, y los demás nada.
A día de hoy en el siglo XXI, nuestro núcleo se encuentra muy deteriorado, castigado por nefastas ideas de políticos de segunda, está a la deriva, creo que ahora más que nunca, tenemos que actuar.
“Con el fin de recuperar la idiosincrasia de nuestro núcleo de El Puerto, con todas esas costumbres, carácter, y cultura en general, apelo al interés general para reconducir nuestros principios, nuestra identidad de pueblo unido y comprometido, como ya lo fue en el pasado”.
Un saludo, Gavahe.
¡POR UN PUERTO MEJOR!