Resulta curioso comprobar
que en estos tiempos convulsos que vivimos, muchas veces estamos más
preocupados de las formas que del fondo de los acontecimientos, olvidando si es
menester para ello nuestra Historia. Y es sabido que los pueblos que olvidan su
Historia están condenados a repetir los errores cometidos en el transcurso de
la misma. Por ello es bueno conocerla, entenderla, valorarla y aprenderla.
En estos días pasados de las Navidades, conversando al
calor de un vaso de vino y el reflejo de una jarra de cerveza, en una Tasca
Lagunera con mi buen amigo el palmero, músico y escritor, Fran Medina,
divagamos de como en crisis los únicos negocios que prosperan adecuadamente a
los tiempos que corren son las Tabernas, Tascas y Bares, debido en parte a lo ajustado
de sus precios y en parte a la ayuda que ofrecen al cuerpo y al espíritu,
juntos o por separado, para olvidar y sanar, aunque sea momentáneamente, los
males propios y ajenos. Antiguamente, y no tanto, a las personas que
frecuentaban en demasía este modo de asueto se les aplicaban despectivamente
los términos de vagos, maleantes y mal entretenidos.
La primera mención a tal condición social viene reflejada
en la Real Cédula promulgada por el Rey Carlos III en 1775, denominada "Ordenanza de Leva de Vagos y Mal
Entretenidos", cuyo párrafo más memorable es el siguiente:
"Como la
ociosidad no se excluye por una aplicación superficial, deben estimarse por
ociosos y vagos los que se entraren á deshora de las noches, durmiendo en las
calles desde la media noche arriba, ó en casas de juego ó en tabernas, que
advertidos de sus padres y maestros, amos ó Jueces, por la tercera vez ó más
reincidan en estas faltas, ó en la de abandonar la labranza ú oficio en los
días de trabajo; dedicándose á una vida libre ó voluptuosa, y despreciando las
amonestaciones que se les hayan hecho."
Lo más curioso, es que con el devenir de los años,
concretamente el 4 de Agosto de 1933, fue cuando en plena Segunda República
Española el Presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña, presenta al
Presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora y Torres, para su sanción, la
denominada "Ley de Vagos y Maleantes", heredera de la anterior.
Pero más llamativo resulta aún que esta Ley fuera
modificada en el franquismo y adoptada como suya por obra del Abogado, Jurista,
Catedrático de Derecho y Ministro de la Gobernación el palmero Blas Pérez
González, el 4 de Mayo de 1948 para darle forma jurídica e incluir en ella a
los defraudadores, especuladores y evasores de divisas, procesando a los mismos
como vagos y maleantes. ¿Premonición?
Aún más estrambótica es una posterior modificación de
fecha 15 de Julio de 1954, de autoría del mismo Blas Pérez, que en defensa de "La producción de hechos que ofenden la
sana moral de nuestro país por el agravio que causan al tradicional acervo de
buenas costumbres, fielmente mantenido en la sociedad española, justifican la
adopción de medidas para evitar su difusión" incluyendo en la misma a
los "Homosexuales, rufianes y
proxenetas" .
Pero, para cerrar el circulo, no puede faltar la Ley
16/1970, de 4 de Agosto, sobre peligrosidad y rehabilitación social (que derogó
en ese año a la anterior Ley de Vagos y Maleantes) y que en sus supuestos del
estado peligroso incluía: los vagos habituales, los rufianes y proxenetas, los
que realicen actos de homosexualidad, los que ejerzan la prostitución, los que
promuevan la pornografía, los mendigos habituales, los ebrios habituales y los
toxicómanos, los insolentes, brutos y cínicos, los pandilleros, y otros supuestos
a cada cual más surrealista. Lo mejor y más sorprendente de todo es que esta
Ley fue derogada por el vigente Código Penal, Ley Orgánica 10/1995 de 23 de
Noviembre.
"Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las
piedras".
P.S. Cita que todos atribuyen al Quijote de Cervantes
aunque en realidad es una distorsión del Romancero del Cid en su Romance LXXII.
Pero esa es ya otra historia ...
Alfonso
J. López Torres
Secretario
Federal CCN
@AlfonsoJLT
Creía que la Ley de Vagos y Maleantes fue promulgada por el franquismo, no por el Rey Carlos III en 1775. Siempre se aprende alguna cosa nueva cada día.
ResponderEliminarAproveché la ocasión para repasar historia de esa época y la biografía de Carlos III.
Muchas gracias por este artículo.
Tu Alfonsito eres un vago, y aspirante a maleante politico afortunadamete todo se va a quedar en eso "aspirante" por que no creo que consigas muchos toletes que te den el voto.
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