Hemos
interpretado y asumido nuestro rol, por lo que a nosotros respecta el pueblo ha
hablado. Y, en esa línea, vamos a seguir trabajando, introduciendo en el debate
político esos asuntos que son trascendentales para la ciudadanía, en el marco
de las posibilidades que nos ofrece el Reglamento de Participación Ciudadana.
Y, con ese reposo que da el no hablar en caliente y poniendo freno a lo vivido,
a los resultados obtenidos, el gobierno de los vecinos no se debe limitar a los
partidos que se autoatribuyen la condición monopolística de representación del
pueblo. Es también el gobierno de los que votaron y de los que no. Por ello,
insisto, sin hipotecas, sin mochilas ni condiciones, seguiremos de manera
independiente defendiendo el interés general.
Gobernar es
una cosa muy seria. Una cosa es predicar y otra dar trigo. La responsabilidad de que los vecinos te
elijan representante obliga a tomar decisiones y no a posponerlas a artificios
y juegos florales con pátina asamblearia. Es la hora de estar a la
altura de la Historia y del mandato vecinal. Hay una oportunidad única y las
formaciones no pueden ponerse de perfil ni abusar de la retórica prosaica. La
campaña ya acabó. Tendrán que mojarse y retratarse, esperemos que no se unan en
sus habituales “cambalaches” y actúen con madurez, primando, en todo momento,
el interés vecinal frente al de sus bolsillos. Sería muy perjudicial tener,
nuevamente, una legislatura caracterizada por la inmadurez de nuestros
representantes con “repactos e
intercambios de cromos”. Centrada en “repartir la tarta” y no en sacar del
cajón los proyectos que son cruciales para generar empleo, actividad económica.
Por todo
ello, nadie duda de que, la política no suele ser terreno propicio para los
cuentos de hadas. Se tratan asuntos demasiado importantes para los ciudadanos
como para construir castillos o grandes vías en el aire o para pintar de rosa y
negro una realidad compleja en la que no hay ni buenos ni malos sino personas diversas
defendiendo ideas diferentes. Sin embargo, permítanme que les diga que en
aquella noche del domingo, muchos vecinos, nuevamente, con esperanza e ilusión,
depositaron su confianza en todos nosotros, en las diferentes opciones políticas. No les defraudemos
una vez más. No está el horno para bollos.
Jafet
Barreto es portavoz de Unión Progreso y Democracia en Los Llanos de Aridane