La ranita que no sabía que estaba cocinándose …

Imagínate una cacerola llena de agua fría en la cual nada tranquilamente una pequeña ranita.
Un pequeño fuego se enciende bajo la cacerola, y el agua se calienta lentamente.
El agua despacio, despacio, se va poniendo tibia, la ranita encuentra esto más bien agradable, y continúa nadando.

La temperatura del agua sigue subiendo...
Ahora el agua está caliente, más de lo que la ranita pueda gozar, se siente un poco cansada pero a pesar de todo no se asusta
Ahora el agua está verdaderamente caliente, tanto que la ranita comienza a encontrarla desagradable, pero está muy debilitada, así que se aguanta y no hace nada.
La temperatura continúa subiendo, hasta que al final la ranita termina simplemente ... cocinándose y muriendo.

Si la misma ranita hubiera estado metida directamente en el agua a 50 grados, con un golpe de sus patas inmediatamente habría saltado fuera de la cacerola.

Esto demuestra que, cuando un cambio viene de un modo suficientemente lento, escapa a la conciencia, y no provoca en la mayor parte de los casos ninguna reacción, ninguna oposición, ninguna revuelta…
Si miramos lo que sucede en esta Sociedad desde hace tiempo, podemos ver que estamos sufriendo una lenta deriva a la cual nos estamos habituando.

Una gran cantidad de cosas que hace varios años atrás habrían hecho horrorizar a cualquiera, han sido poco a poco banalizadas, y hoy apenas preocupan, o dejan directa y completamente indiferentes a la mayor parte de las personas.
En nombre del Estado (un grupo particular) haciendo uso del poder, utiliza irracionalmente los recursos que pertenecen a todos los ciudadanos, para producir continuos ataques:
....a las libertades individuales (libertad de expresión, libre prensa)
....a la vida (asesinatos, robos asaltos, delincuencia desbordada)
...a la dignidad, (honestidad, integridad, sobornos, ética)
...a la calidad de vida (alimentación, trabajo, salud, luz, agua, etc.)
...a la integridad de la naturaleza (uso irracional de Recursos Naturales)
...a la belleza y a la felicidad de vivir.......Libres

Y Lentamente, pero inexorablemente, con la constante complicidad de las víctimas (ciudadanos), inconscientes, o quizás incapaces de defenderse, se dejan cocinar como la ranita.
Las negras previsiones del Estado para el futuro de los ciudadanos del país, en vez de suscitar reacciones
y medidas preventivas, no hacen más que preparar psicológicamente a la gente para aceptar las condiciones de vida decadentes.
El martilleo continuo de informaciones por parte
de los medios satura los cerebros, que no están ya en condiciones de distinguir las cosas.
¡ Conciencia o cocción, debemos elegir !

Entonces, si no estás como la ranita, ya medio cocinad@, da un saludable golpe con tus patas ¡antes que sea demasiado tarde!

Olivier Clerc, escritor y filósofo, en este breve cuento suyo, a través de la metáfora pone en evidencia las funestas consecuencias de la no-conciencia del lento cambiar, que infecta nuestra salud, nuestras relaciones, la evolución social y el ambiente.
Fuente: taringa.net
Pues si, esta fábula viene al pelo en los tiempos actuales.
ResponderEliminarYo estoy a punto de salir de la cacerola y ponerme a repartir que me estoy cansando de tanto golfo especulador de sueños y aguafiestas en todos los sentidos.Lo sigo pensando la solución es salirnos del euro y de la comunidad europea,esta solo ha servido para meternos en el pozo.En cuanto a nuestros gobernantes todo aquel que ha despilfarrado que pase por el juzgado y desde luego espero que Urdanga no salga de rositas por que si no se va a liar,tiempo al tiempo.Gracias por tu fábula Saray
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con mi primo juan salvador
ResponderEliminaresto es increible. mamma mia donde iremos a para