Quemaste mi infancia, mis sueños, mis vuelos bajos entre mis
sombras verdes. Heriste mis gritos con tu humo de ponzoña, desidia, desamor,
infierno y celos...Mataste mis vuelos bajos entre mis sombras verdes. Olvidaste
por un instante quien te dio la vida, quien te crio, quien te alimentó, quien
te cobijó en las noches de tormentas perdidos los dos en un mar de penas…
Mataste mis vuelos bajos entre mis sombras verdes, me
asfixiaste de humos impúdicos, llenos de egoísmos caciquiles de corazones sin
piedad de malos hijos, imprudentes, nefastos arbitrarios…malos hijos
Mataste mis vuelos bajos entre mis sombras verdes,
encendiste en mi, pasiones equivocadas.No era mi trato contigo contar con esta
violencia…no pretendía que me hicieras sufrir, no quería llorar, no quería
sufrir…no merecía sufrir
Mataste mis vuelos bajos entre mis sombras verdes. Sí, me
mataste el alma que vuela, mataste mis sueños libres de mi alma palmera…de mi
alma isleña, de mi roca y de mi peña, del verode en la acequia, de la alpispa
en el camino…de mis flores barranqueras, mil olores, mil esencias…
Mataste mis vuelos bajos entre mis sombras verdes. Mis
sueños, nuestros sueños de almas gemelas esparcidas en llantos y pesares en mil
pedazos rotas, en mil cristales desfigurados, en mil mares sin agua. Sin arenas
limpias, sin estrellas, sin sirenas…
Mataste mis vuelos bajos entre mis sombras verdes, sí fuego,
tu y tus cómplices mataste mi vuelo entre tus sombras verdes, aquellas que ya
no eres, que ya no tienes…que ya no mereces.
Vivimos y morimos libres, desnudos…desnuda el alma, desnuda
la vida…mataste mis vuelos….te maldigo fuego…a pesar de tu calor, de tu porción
de vida, te maldigo... maldigo al que te creo, te utilizo y mi alma
rompió…entre mis sombras verdes.
Murieron mis sombras fuego….mis sombras verdes…mis vuelos…
Dedicado a todas las almas de graja, de pardela y de
gaviota…que aún volamos en La Palma, en la Gomera y en Tenerife. Que la
pesadilla acabe.
Juan Salvador Pérez Hernández….un pardela en Madrid.
Como siempre Salva.. llegas al corazón del sentimiento palmero.. buenas palabras que seguro salen de un corazón herido por las noticias que le llegan de sus islas afortunadas... también nosotros que lo vivimos in situ, tenemos el corazón triste al ver como nos queman nuestros mas queridos vergeles que son la foresta que tanto embellecen a las Islas Canarias, ¡ y tan necesarias para el porvenir de estas nuestras islas !...
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