“ UN BAGAÑETE EN BIRMANIA “ ( 9 )

Son las 6 de la mañana, amanece en el lago Inle y ya lo cruzan las primeras barcas con sus ruidosos motores, una pareja de españoles se desayunan a pocas mesas de mi. El guia me dijo la noche anterior que pasaría a recogerme a las 7. Hecho una última mirada al Inle, han sido tres dias intensos admirando las bellezas naturales de este lugar y mezclándome entre sus gentes. Han sido tres dias, pero por mi parte hubieran sido tres semanas o tres meses, quién sabe. A lo lejos se divisa la barca de mi guia que se dirige al hotel a recogerme, inconfundible su color amarillo. La pareja de españoles hace diez minutos que se marchó.

        En Nyaungshwe, me despido del barquero al que dejo una propina y cogemos el coche que nos llevará al aeropuerto de Heho en donde tomaré el vuelo de regreso a Yangón.

Regreso a Yangón.

     Una hora de vuelo nos separa de Yangón, la verdadera capital de Birmania, con 4 millones y medio de habitantes. Sin perder tiempo nos dirigimos, como no podía ser de otra manera, a visitar otra de las innumerables pagodas de Birmania, la Chauk Htat-Kyi Paya, al menos esta ofrece algo más novedoso que ver y es una inmensa estatua de un Buda reclinado de 72 metros de largo.

Buda reclinado en la pagoda de Chaut Hta-kyi.

   Callejeamos Yangón en coche y nos dirigimos al mercado Bogyoke, o el Scott Market como tambien se le conoce desde la época de la ocupación inglesa, no es tan espectacular como otros mercados que he visitado, pero merece la pena dejarse caer por allí, sobre todo para cambiar dinero, que ya la moneda local empieza a escasear en el bolsillo.

Me deshago de varios billetes de dolares, no aceptados en otros sitios, por estar doblados o con alguna imperceptible rayadura, lo hacemos a un cambista del mercado negro, el cambio es solamente un poco más bajo al oficial, pero no queda otra, si no solo se tiene un billete de 100 $, que en Birmania no te sirve absolutamente de nada. Decido cambiar

200$ y me aflojan tres fajos de kyats que mi guia se encarga de comprobar, todo correcto. Recorremos el llamado “barrio chino”, llamado así por la gran cantidad de comercios chinos que se han establecido allí en los últimos diez años, las aceras de las calles estan plagadas de montones de puestos de verduras, flores, frutas, puestos callejeros de comida, todo mezclado en una caótica sucesión, que no hace sino darle más autenticidad y peculiaridad a ese singular paisaje urbano.

   Almorzamos cerca del Scott Market, por supuesto, comida birmana, a la que por ahora mi estómago resiste bastante bien a pesar del picante. Nos vamos al hotel y esperamos a a que sean las 6 de la tarde para visitar la pagoda por antonomasia de toda Birmania, la Shwedagon Paya. Esta pagoda para los Birmanos, es una auténtica Meca, a las que sus creencias budistas les sugiere visitarla al menos una vez en toda su vida. Pero Shwedagon no es solo una pagoda más y aunque no es la más alta de Birmania, (la más alta está en la la ciudad de Bago y mide 117 metros de altura), si es la más ostentosa y rica en todo su conjunto. Visitarla, requiere al menos dos horas, para verla bien en casi su totalidad.

   Se le calcula unos 2.500 años de antigüedad, aunque estudios arqueológicos más recientes, datan que el templo original fué construido entre el año 600 y 1.000 por los antiguos habitantes de la zona, los mon. A lo largo de todos estos siglos, la pagoda y en concreto su estupa (parte cónica de la misma que se eleva hacia el cielo), ha sufrido numerosos terremotos que han hecho que se reconstruyera varias veces, su forma actual y definitiva data de 1.769. Desde el siglo XV se adoptó la tradición de cubrir las pagodas en Birmania con delgadísimas láminas de oro. Shwedagón  a lo largo de su historia ha sido cubierta con donaciones de reyes y reinas birmanos, pero tambien por las donaciones de los miles de fieles que la han visitado, se calcula que la estupa actualmente está recubierta por:...11 toneladas de oro !

Shwedagón Paya en Yangón (Birmania)

         Solo la cúpula se eleva a 71 metros por encima del conjunto, haciendo que su altura máxima esté en los 113 metros, pero no solo es su recubrimiento de oro lo que caracteriza a la pagoda, esta es una sólida stupa o santuario de las reliquias dedicadas a Buda. No tiene interior.

Posee, sin embargo, cuatro puertas que se consideran protegidas, en algún lugar de los misteriosos pasadizos interiores, por siniestras espadas que cortan en la oscuridad. Así que es mejor quedarse fuera y disfrutar de la espectacular vista. La stupa recubierta en oro e incrustada con joyas destaca entre un grupo de 64 pagodas más pequeñas, de las cuales las cuatro más grandes marcan los cuatro puntos cardinales de la brújula. Contienen santuarios adornados con estatuas de leones, elefantes, yoguis, serpientes, ogros y ángeles. La construcción en su conjunto es lujosa, sorprendente y magnífica. La stupa ha sobrevivido a ocho grandes terremotos y a un incendio devastador en 1938.

Existen cuatro entradas (mouk) a la paya con tramos de escaleras que levan hasta la plataforma (yin byin) en la colina Singuttara. Dos chinthe gigantes (leones míticos) protegen la entrada sur; la imagen en el altar situado en lo alto de las escaleras es la del segundo Buda, Konagamana. La base de la estupa está realizada con ladrillos cubiertos con planchas de oro. Sobre la base se encuentran diversas terrazas (pyissayan) a las que sólo pueden acceder los monjes y los hombres. En la parte superior se encuentra la corona, cubierta con 5.448 diamantes y 2.317 rubíes.

    Todo ello rematado por un diamante de 75 kilates, (el Seinbu), haciendo que su valor sea totalmente incalculable.

El Seinbu. 75 kilates.

Shwedagón podría ser perfectamente una de las 7 maravillas del mundo y en ella se conserva un trozo de la túnica de Buda y ocho pelos, dentro del budismo birmano constituye su lugar más sagarado. Para su visita recomiendo hacerlo al atardecer, los rayos de la puesta de sol incidiendo sobre el dorado de la pagoda son simplemente indescriptibles.

Al anochecer en Shwedagón Paya.

                   Curva de Marina