Veo tu mirada como si fuera ayer .Te conocí siendo un niño
tus ojos y los míos se cruzaron. Vi en tu mirada las miradas de todas las
hijas, hermanas, esposas…de aquellos que cabalgaban las olas en busca de
sustento. Carmen estabas ahí pequeña y frágil con tu hijo en el regazo, con tus
ojos disimulabas alguna lágrima cuando no volvían.
Acudíamos a ti cuando nos iba mal y cuando nos iba bien… y a
pesar de ser pequeña tenias ese corazón inundado de sal y mar, esperabas
siempre, esperabas en cada crepúsculo la llegada de las gaviotas anunciadoras
de una buena jornada.
Siempre te llame Carmen, me tome esa confianza, tus hijas
casi todas las hijas del mar te llevan en su nombre. Nunca olvidare cuando te
celebramos. Tú salías con tu mejor traje a recorrer el puerto para que te
vieran toda llena de vida y de amor
Nunca te olvido en mi estepa sin mar en mi círculo cerrado
de asfalto y prisas, siempre llego a ti en verano como si de un ritual de amor
se tratara, Carmen.
Aun después de muchos años estas ahí escondida con tus ojos
abiertos esperándome, siempre nos esperas a tus hijos a los hijos de ese mar
que echo de menos.
Carmen espérame que algún día volveré para hablar contigo
recordar viejos tiempos y si el de arriba quiere volverme a enamorar de tus
ojos llenos de mar, de vida, de mi mar, de mi vida.
Te pasearas siempre con tu mirada fija en el que sufre en
aquel al que das esperanza, en el que te mira pidiendo que el milagro de
sobrevivir se haga una vez más patente y cabalgaras sobre las olas bendiciendo
con tus miradas nuestro mar.
Carmen, madre, solo te pido una cosa que sigas protegiendo
con tu mirada y con tu fragilidad a todas las familias que se amparan bajo tu
fuerza hecha de sal y de lagrimas.
Carmen no te olvides de los que no estamos ahí, sé que no lo
haces porque sé que esta especie de oración que hoy te dedico alguien la leerá
y alguien en mi nombre te llamara en secreto y bajito como yo te llame siempre,
Carmen…Madre Carmen es lo menos que puedo hacer por ti…espérame y protégeme a
mí y a mis gentes a las que les haces falta...mucha falta en estos tiempos en
los que nos hemos olvidado de hablar bajito…muy bajito.
Fdo.- Juan Salvador Pérez
Precioso Juan Salvador... entiendo tu tristeza al residir hoy en lejanas tierras donde no te llega ni la brisa ni el olor a mar... el no poder ver llegar a puerto los barcos con la pesca diaria o sentir bajo tus pies la arena caliente de tu playa bagañeta... Pero aquí estamos nosotros para ponerte al día con nuestros acontecimientos y mandándote imágenes ya sean fotos o vídeos para que en tu lejanía, te sientas como en casa y veas las fiestas del Carmen de este año... saludos desde tu pueblo..
ResponderEliminarGracias Luis por todo lo que me acercáis a el pueblo... ya sabes mi obsesión con el mar,con mi mar y los símbolos de mi pueblo.
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