JABÓN

Estos días tan inciertos que vivimos son el fondo consecuencia de la mala praxis, del mal hacer de quienes se han creído por encima de todo y de todos. Que un rey abdique en cierta manera es normal, o debía serlo, para quien esta acostumbrado, o mejor dicho para quienes estamos acostumbrados desde hace cuarenta años a algo que se nos impuso   con sigilo, nocturnidad y alevosía galopante. El jabón que están dando a la figura de un señor que supuestamente nos salvo del caos tras la muerte del dictador me parece aberrante. Un señor que cuando se equivoco y quiso rectificar pasó por ser el salvador de este país que aún se llama España. Una persona que en cierto modo nos mantuvo engañados a todos mostrando un rostro y siendo otra cosa. Un señor que se vio obligado a pedir perdón por sus escapadas cinegéticas y que mantenía a una manceba de impronunciable nombre al lado de su castillo con derecho de uso y disfrute en pos de una falsa apariencia adornada con supuestos contratos comerciales para el bien de la patria, cual señor feudal, debió abdicar mucho antes. No soporto que los cortesanos hagan de este hecho, no por menos esperado y deseado por quien suscribe, una elegía a un héroe, no me cabe duda ahora será un héroe. Un excesivo jabón suele ser síntoma de estar tan harto de lo que se alaba y la solución jabonosa pasa a ser como una liberación de una situación agobiante y triste. Adiós majestad, tanta paz deje como lleve. Solo le deseo que usted viva muchos años, pero por favor déjenos en paz. No nos martirice más. Creo que llego la hora de ser un pueblo maduro de asumir una madurez democrática, si es que la democracia como idea y como forma existe. Creo que es hora ya de no seguir con el jabón. La historia juzgara y la historia suele juzgar muy mal a los reyes españoles. Creo que es hora de que las cosas empiecen a funcionar de una vez y donde quien se lo merezca sea digno de alabanza. Un país roto por la incompetencia de unos políticos donde la avaricia y “el forrarse “, la mala gestión, la esclavitud, el negocio manchado muchas veces con la sangre y la vida de  aquellos a quienes debían servir. En  un país con este panorama lo más fácil es que pasara lo que paso y “lo que te contare morena”. Lo peor es que al sucesor también se lo ha puesto difícil y al pobre le están dando jabón, pero jabón Lagarto. En el fondo me da pena que los que han permitido y se han hecho un nidito de amor en la corte sigan obsesionados con mantener un “status” al que le quedan días contados. Me da pena quizás no tanto del sucesor, que lo tiene todo solucionado, me da pena de este país y de sus gentes, y me da pena por un futuro que no nos merecemos. Un  futuro que nos hemos buscado, pero que no nos merecemos. Un futuro que en cierto modo será lo que sea porque no nos hemos dado jabón a nosotros mismos, simplemente nos dedicamos a ensuciarnos y a permitir que algunos que nos han mal gobernado nos llenen la cabeza de mierda. Es mi opinión. A partir de aquí espero que las opiniones de los de abajo empiecen a tener el eco necesario, el suficiente espacio y la suficiente sanidad mental que nos merecemos. El suficiente aseo de las vidas de aquellos en los que reside la verdadera soberanía de un pueblo, la gente común, que en el fondo somos los que mantenemos el estado de las cosas y  a quienes deben servir aquellos que estos años se han servido a si mismos. 

Un saludo

Artículo de opinión - Nicanor Corredor.

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