puertodetazacorte@gmail.com

martes, 24 de abril de 2012


Experimentación con animales

Cuando se habla de experimentación con animales, solemos asociarla con los ratoncitos blancos de laboratorio en la lucha contra enfermedades tales como el cáncer o el SIDA. Tal asociación no es sino producto de la maquinaria propagandística.
PACMA

Cada año se usan en los laboratorios de la UE 27 millones de animales, de los que solo un pequeño porcentaje se destina a la investigación con fines médicos. El resto se utilizan en pruebas de nuevos ingredientes y productos tales como anticongelantes de motor, pinturas o nuevos cosméticos. Uno de los pilares de esta era del consumo es la novedad. Cada nuevo producto ha de ser probado en los ojos, la piel, los intestinos y los pulmones de cientos de miles de animales, cuyo único delito para ser sometidos a semejante tortura es ser fisiológicamente parecidos a nosotros. Es decir, entre otras cosas, sufren como nosotros. Un ejemplo es el llamado test Draize, en que se prueba el efecto que un producto cualquiera causa en la córnea. Para ello se utilizan conejos, a los que se inmoviliza, pues tienen la ‘ventaja’ de que no parpadean como nosotros y no se lo pueden quitar. Los individuos sometidos a esta prueba llegan, en ocasiones, a romperse la columna al tratar de escapar del cepo que les aprisiona. Se les somete a la ceguera más dolorosa simplemente para probar nuevos productos con que incentivar un mercado sediento de novedades. El test Draize no solo es cruel e innecesario, también es, por otra parte, poco fidedigno, ya que presenta problemas de reproducibilidad, validez, fiabilidad y consistencia. Métodos más éticos y fiables, empleados por numerosos laboratorios, son cultivos de células (obtenidas de cadáveres, biopsias y cirugía plástica), o los patentados como Corrositex, Episkin, SKIN2, MATREX o The Fluorescein Leakage Test.


Mención aparte merece el uso de animales en pruebas armamentísticas y de la industria militar. Si en la industria civil y la investigación científico-médica es a veces difícil cuantificar el número de animales utilizados, así como documentar su sufrimiento y las pruebas a que son sometidos, en este campo, donde predomina el más absoluto secretismo, se hace difícil siquiera imaginarlo. Son conocidos, no obstante, los experimentos con primates sometidos a radiaciones, a los que, agonizantes, aún se les castigaba con fuertes descargas eléctricas si no conseguían mantener el equilibrio (Singer 1999: 61ss).

Dentro de la investigación científico-médica, y dejando —de momento— de lado la cuestión moral, el número de experimentos redundantes, innecesarios y realizados solo con vistas a recibir una adecuada financiación es posiblemente muy alto. Cabría preguntarse —sin entrar aún en cuestiones éticas— qué sentido tiene realizar estudios de drogadicción en elefantes, por ejemplo (como en una serie de experimentos realizados en la Universidad de Cornell en 1975). También, hay que considerar que la fisiología de los animales usados en la experimentación, si bien parecida, no es idéntica a la nuestra. Extrapolar los resultados de una especie a otra es peligroso y el ejemplo más notable de ello es el de la talidomida, probada exhaustivamente en hembras preñadas (perras, ratas, monas, hámsters y gallinas) sin consecuencia alguna en los fetos. Tras su comercialización, miles de niños nacieron con terribles deformidades en todo el mundo. Por otra parte, si nos hubiéramos contentado con el resultado de la acción de ciertos fármacos en otras especies, no nos podríamos haber beneficiado de la penicilina, por ejemplo, extremadamente tóxica en cobayas. Afortunadamente, con la revolución tecnológica, se están desarrollando métodos de investigación más fiables, como veremos.


En 2003 murieron 626.598 animales en los laboratorios españoles, tras días, semanas, meses o incluso años de sufrimiento. Los más usados fueron ratones (se calcula que muere uno por minuto), pero también conejos, ratas, cerdos, ovejas, cabras, perros (904) y gatos (435). (Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2004).

 No podemos eludir más la cuestión ética que hemos ido soslayando en la presentación somera de los hechos. Hay una película, El Jardinero Fiel (The Constant Gardener, Fernando Meirelles 2005), que presenta una supuesta compañía farmacéutica que lleva a cabo experimentos entre los más pobres de África. Contemplamos esa posibilidad y la rechazamos horrorizados. Sin duda, de aceptarlos, los beneficios de esa pseudo-investigación éticamente enferma serían mayores que si el experimento se hubiera realizado con cobayas. Pero lo condenamos y no queremos beneficiarnos de esos avances abyectos. De la misma manera, cada vez más voces críticas se suman condenando los experimentos con animales, incluso los científico-médicos. Voces que dejan de lado el pragmatismo para centrarse en la ética. Una ética que proclama que los animales son seres sintientes y tienen derecho a vivir sus vidas sin ser torturados para nuestro beneficio.

Propuestas

Es difícil imaginar cuándo llegará el día en que no haya un solo laboratorio con animales. Mientras tanto, es necesario que haya comités de ética en cada laboratorio y que en esos comités se escuche la voz del movimiento animalista. Es vital, por ejemplo, que se deniegue el permiso para efectuar ensayos repetitivos, obsoletos e innecesarios desde el punto de vista del avance del conocimiento. Para ello, habría que exigir la creación e implementación de protocolos y estudios previos, así como favorecer la disponibilidad y el intercambio de información entre centros de investigación y universidades. Hay que reducir imperativamente el número de animales usados en los laboratorios y potenciar, mientras tanto, la investigación en métodos alternativos y el uso de los ya disponibles. Son, básicamente y de forma muy resumida, modelos matemáticos de predicción algorítmica, cultivo de líneas celulares in vitro, uso de organismos inferiores no protegidos (bacterias, hongos, protozoos) y estudios epidemiológicos. Se salvarían así de las garras del laboratorio miles de individuos cada año, miles de individuos irrepetibles, con su única vida que vivir en la Tierra.

Fuente: PACMA

--
No quiero recrear imágenes que son realmente duras, pero más que las imágenes las palabras
Aquí dejo un enlace en donde te explican lo que es una vivisección, para quién desee conocer una realidad en la que, sin saberlo, estamos participando.

0 comentarios:

Publicar un comentario

LOS ADMINISTRADORES DEL BLOG SE RESERVAN EL DERECHO DE NO PUBLICAR LOS COMENTARIOS ENVIADOS A ESTE BLOG DONDE SE NOMBREN A PERSONAS YA SEAN FÍSICAS O YA FALLECIDAS Y QUE NO VAYAN ACOMPAÑADOS POR EL NOMBRE ORIGINAL DE QUIEN ESCRIBE Y ENVÍA DICHO COMENTARIO. Y TAMBIEN LA ADMINISTRACION DE ESTE BLOG NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES NI AFIRMACIONES QUE LOS USUARIOS LIBREMENTE EXPONGAN EN SUS COMENTARIOS, QUIENES SERÁN LOS ÚNICOS RESPONSABLES DEL CONTENIDO DE LOS MISMOS. AQUÍ SE PRETENDE DAR UN ESPACIO A LA CRÍTICA SOCIAL HACIENDO LEGÍTIMO USO DE LA LIBERTAD Y DEL DERECHO A LA INFORMACIÓN QUE RECOGE Y PROTEGE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, Y BRINDAR A LOS LECTORES UN ESPACIO DE OPINIÓN.