Recuerdo de una Vivencia

Recuerdo en la década de los noventas (entre 1995 y 1997), solicite abrir una pequeña puerta por el comedor de la vivienda de mi padre, cita en la calle Canarias, Urbanización San Miguel. La solicitud fue dirigida al Ilustre Ayuntamiento de la Villa y Puerto de Tazacorte.

Mi padre se encontraba  sin piernas y nos era muy difícil bajarlo por la escalera, por ello nos dirigimos al Ayuntamiento, para solicitarle lo anteriormente mencionado (la rampa), la contesta por parte de dicha entidad es que no se podía modificar la fachada del bloque.

Al leer dicho escrito pensé que tal vez la negativa fuese que yo pertenecía a un partido político, que en aquel entonces estaba en la oposición. No fue así, ya que recuerdo que el escrito estaba muy bien fundamentado.

 Entonces  un carpintero de ribera se ofreció gratuitamente hacernos una rampa de madera, la cual se hizo, y así bajábamos a nuestro padre, hasta su fallecimiento.

Transcurrido los años, la sorpresa mía, es que ahora en la misma urbanización, en otro bloque, se permite una modificación de fachada, con puerta hacia el exterior, con rampa e incluso afectando a un pequeño jardín que hay en esa zona. Desconozco el grado de invalidez de quien utiliza dicha entrada y salida  por ese lugar, pero no entiendo la forma de actuar de las administraciones públicas, ya que para unos si para otros no. 

Imagen cedida por un vecino