Los Sueños de un Bagañete

En lugar pequeño y sencillo de Canarias llamado Tazacorte, habitan unas personas muy humildes. Existe un sector de la población, que se dedicaba a la pesca, en el cual vivía un niño llamado Pablito. Dicho niño soñaba con que algún día, al ser mayor compraría un barco y dedicarse al sector primario de la pesca.
En los sueños que Pablito, se veía unas ganas de crecer, tanto personalmente como profesional. El niño tenía muchas ilusiones, ganas de vivir, en fin, el sueño de él era vivir en EL Puerto. Para Pablito nuestro núcleo de El Puerto lo era todo.
Asimismo, Pablito soñaba constantemente con EL Puerto de sus sueños. Un Puerto lleno de vida, alegría y felicidad.
Después de soñar tantas veces con El Puerto de sus sueños, fueron pasando los años y los sueños hasta que un día, cuando ya Pablito contaba con la mayoría de edad, le despertaron de un sueño y se lo llevaron lejos de EL Puerto.
Al despertar del siguiente sueño, Pablito estaba muy lejos de Tazacorte. Al percatarse de donde se encontraba, fue y pregunto a un señor vestido de militar. ¿Por que estoy aquí? ¿Es un sueño o es la realidad? Al mismo tiempo, le dicen ¿tú eres tonto o gilipollas? Al ver Pablito como le faltaba el respeto, decidió cerrar los ojos y seguir soñando.
En ningún momento Pablito, quería despertar. Su sueño era vivir feliz en El Puerto y comprar su barco para ir a pescar, como su padre y abuelo.
Después de terminar el servicio militar, nuestro Pablito se volvió para El puerto, consiguió su novia de origen local, y se casó, formando una nueva familia. Su mayor sueño era surcar las aguas de nuestro océano, hasta que un día, partió con muchos más pescadores y amigos, en busca de prosperidad para sus familias.

A día de hoy; estas personas que embarcaron en ese barco llamado El Fausto, nunca más se supo de la embarcación ni de las personas. En homenaje a todos los que desaparecieron en esta tragedia, respetando la memoria de los mismos y a sus familias correspondientes.

La historia de Pablito, es imaginaria, tan sólo era para situarme en el tiempo y el lugar de donde supuestamente partieron, pues yo no tengo edad para recordarlo.

Un saludo, Gavahe.

Anexo:" La felicidad aguarda a quienes lloran, aquienes han buscado, aquienes se han esforzado,porque sólo esas personas pueden apreciar la importancia de quienes han dejado huella en sus vidas..."

¡EN MEMORIA DE LAS PERSONAS
DESAPARECIDAS EN EL FAUSTO¡