" CARA Y CRUZ"

El pueblo de Tazacorte dispone de uno de los centros urbanos de mayor belleza de la isla de La Palma y no me mueve un exceso de bagañetismo cuando afirmo esto. El foráneo que nos visita por vez primera, descubre cuando camina por nuestras estrechas calles, una semejanza con esos pueblos de la España andaluza, que el bagañete y sobre todo, la mujer bagañeta, trata de embellecer con plantas y flores multicolores, dando a nuestras pequeñas y estrechas calles, a veces callejones, una alegría y una frescura sin par. Casas de alegres colores, balcones, celosías, placetas acogedoras bajo la fresca sombra de los árboles que invitan tanto al visitante como al bagañete a disfrutar de un entorno casi idílico, como es nuestro pueblo.

Avenidas tanto en el casco urbano como a la orilla del mar en El Puerto, son una irresistible invitación a nuestros sentidos a adentrarse en esas bellas puestas de sol, que tenemos la dicha de gozar prácticamente cada tarde. Pero dentro de tanta belleza, tampoco se nos oculta, que en la bonita cara de nuestro Tazacorte, existen esos puntos negros, esas imperfecciones que tanto lo afean. Esas fachadas que piden a gritos una capa de pintura, esos muros de bloques sin encalar y sobre todo...esos solares que constituyen un claro ejemplo de desidia y de abandono, teniendo varios ejemplos, desde San Borondon al Puerto, pasando por Marina y dentro del mismo Tazacorte. Papeles, plásticos, hierros, enseres abandonados y un larguísimo etc. de lo que precisamente nuestro pueblo no quiere dar una lamentable imagen ni para propios ni extraños.

¡POR UN TAZACORTE MEJOR!