FIESTAS LUSTRALES EN HONOR A NTRA. SRA. LA VIRGEN DE LAS NIEVES 67 edición. “Danza de los enanos”

En referencia a nuestras Fiestas Lústrales; desde el blog, recogemos una información muy importante de la cultura popular y las tradiciones Palmeras. Dedicamos unas líneas para manifestar nuestro fervor y devoción por nuestra Patrona- La Virgen de Las Nieves.

Esta es la 67 edición de la -Bajada de Nuestra Sra. La Virgen de Las Nieves, se traslada, en procesión, desde su Templo Insular en el Monte hacia la Iglesia Matriz del Salvador-en la cual, estas fiestas lústrales o bien quinquenales como se les conoce, se celebran con mucho fervor y devoción por Los Palmeros y muchas personas venidas de muchos lugares. A continuación, aportaré unas pequeñas pinceladas el nacimiento y su evolución.

En relación a la “Danza de los enanos “tenemos que resaltar; se trata de un evento de los más importantes dentro del calendario de las Fiestas Lústrales, y así, considerado por muchísimos Palmeros y gentes que nos visitan, les invito a conocer un poco más de esta “tradición cultural y de fe viva hacia La Virgen de Las Nieves”.

No hay muchos datos en cuanto al origen exacto de la danza de los enanos. Los primeros escritos que reflejan la existencia de esta fiesta datan de hace tres siglos, concretamente de 1863 con una reseña en el periódico "El Time", pionero de la prensa canaria. Hay que decir que en un comienzo el baile de los enanos estaba ligado a la festividad del Corpus Christi y que en él también participaban mujeres. Fue a partir de 1905 cuando el acto adquiere la estructura que hoy conocemos de la mano de Miguel Salazar Pestana. Además, otro de los cambios que se han dado a lo largo de los años es el método de elección de los enanos y los cantantes siendo antaño generacional y hoy en día gracias a un proceso de selección entre diversos candidatos.

Esta 67 edición de “La Bajada Lustral” y en el apartado de la “Danza de los enanos” se caracterizó por dos representaciones; el día 15 julio de 2010 y otra especial el 24 en el recinto central de las fiestas lústrales, ubicado en dentro de el muelle de S/C de La Palma.
La Danza de Los Enanos fascinó el día 15 de julio a una multitud enfebrecida por la alegría del reencuentro con el número más popular y arraigado de la Bajada de la Virgen de Las Nieves. Si volver a sentir los ritmos de la polca después de un lustro fue emocionante, no lo fue menos la primera parte de cada una de las 14 funciones, cuando los Juglares que la precedieron, sorprendieron a propios y extraños regalando, con gestos no exentos de travesura y galantería, flores al público, al que hicieron guiños de complicidad al son de las notas de la hermosa obra musical de Luis Cobiella Cuevas y la letra de las ocho estrofas de Los cantares del Mester, de Luis Ortega Abraham.
Los 24 de Enanos (existen una reserva 12 más en su caso, para suplir) y así, se entregaron con devoción al baile en una jornada- para ellos- de intenso sacrificio físico que arrancó con una primera función sobre las 19.30 horas, con una media hora de retraso sobre la hora prevista, en el Recinto Central de las Fiestas, y a la que siguieron otras cinco representaciones en el mismo marco, para luego hacer vivir a otras tantas miles de personas en las calles de la ciudad, la “misteriosa magia de trasformación de Juglar a enano” cuyo número, una vez más, se ha ganado a pulso el renombre y la popularidad, que ha ido acumulando lustro tras lustro entre los Palmeros y entre los visitantes, convirtiéndola en “lo más hermoso, sorprendente y alegre de la Bajada”.
Aún cuando Los Enanos despiertan muy variadas sensaciones, hay quien afirmaba tras la representación que el número ofrece, salvando las diferencias de la espera acumulada durante un lustro, las sensaciones que experimenta un niño ante el día de Reyes. La Danza mostró ayer, en cada una de sus funciones y ante públicos distintos tres momentos especiales.
La impaciencia de la espera, la plenitud de la transformación, de ese momento álgido de magia con el alborozo final que ofrece el baile tras el solaz y esparcimiento de la primera parte protagonizada por los Juglares. Hay quien horas más tarde todavía hablaba del “desencanto de la irremediable vuelta a la realidad” para abordar con obligada serenidad otros cinco años de espera. La belleza de los ropajes de los Juglares, su entrada en la enigmática y protegida “caseta”, que este año emulaba un castillo donde fueron entrando uno por uno los danzantes, fueron elementos de indescifrable emoción frente a una espera mínima, segundos tras los cuales, y uno por uno, Los Enanos, alegres y traviesos, iniciaron el baile de la polca durante unos 10 minutos, un tiempo considerable sobre el que llamaron la atención los veteranos del número, cercanos a la caseta, vigilantes de cada detalle, porque “todo está calculado y nada puede quedar a improvisación”. Las “pataditas”, los guiños, y el contoneo de los graciosos enanos consiguieron arrancar las carcajadas, el regocijo de miles de personas, unas en el Recinto, otras en calle, apostadas en las aceras, en balcones, ventanas y esquinas desde bien temprano para no perder detalle del más bello número de la Bajada por la alegría y las emociones que genera a su paso y pese a la fina lluvia que llegó a caer.
Ayer hubo quien no pudo reprimir las lágrimas emocionadas. Es una bella danza que ofrece por igual ternura, audacia y travesura; una danza que comenzó sincronizada y tranquila con los compases interpretados por la Banda de Música ‘San Miguel’, dirigida por Julio Hernández, y José Gabriel Rodríguez. Los Juglares se colocaron, respaldados por las enérgicas y formidables voces de la peña, un compás en dos perfectas filas que llegado el momento, y para sorpresa de todos los presentes, se transformó en su despedida en un gesto inusitado con el que consiguieron desconcertar al público, al que “premiaron” lanzando claveles rojos.
Hasta la tarde de ayer, el jueves de la Semana Grande de la Bajada de la Virgen de Las Nieves desde su Santuario hasta la ciudad, la letra escrita por Luis Ortega Abraham y la música, obra de Luis Cobiella Cuevas que conforman ‘Los cantares del Mester’, fue un secreto descubierto en cada una de las representaciones.
El pegadizo y hermoso estribillo, “del Mester de Juglaría/guardamos la tradición/ verso de la devoción,/trova de la cortesía/que tiene su inspiración,/su razón y su alegría/en la hermosa advocación/de Las Nieves de María”, acompañó a siete entrañables estrofas que ensalzaron la virtud, la paz y el consuelo, de la Virgen de las Nieves, a la que las potentes voces de la peña cantaron como “limpio espejo de virtud/fuente que, con plenitud, mana las gracias del cielo”. Luis Ortega y Luis Cobiella volvieron a ofrecer lo mejor de si mismos en este magnífico trabajo, en el que se destaca la devoción de La Palma, de los palmeros, a su Patrona. “Celestial maternidad/nos brinda, con sus fulgores/y sus divinos favores,/fe, esperanza y caridad”. En su tercera y cuarta estrofa, ‘Los cantares del Mester’ dieron énfasis a la protección de la Virgen de Las Nieves, “tibia luz de la mañana,/pan dulce, lumbre y hogar,/alcaldesa y capitana/de la tierra y de la mar”.
Interrumpidas por el estribillo, los juglares corearon a su “dama que, con tierno afán, / al pueblo isleño sustenta,/lo sosiega en la tormenta/y nieva sobre el volcán”. /El Mester de Juglaría/en clave de arte menor/canta el pregón este día/de un milagro de fervor”. En su sexta estrofa la peña pide “¡Atención!, ya toca ver/ otro prodigio cercano/que, en la magia del verano,/todo puede suceder” para a continuación entonar “por la gracia de su mano/y por lustral don de amor, cabe un hombre en un enano, cabe el mundo en una flor”.
Los Enanos danzaron hasta esta misma mañana en la devoción de su anuncio de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, Patrona de la isla de La Palma mañana sábado desde su Real Santuario hasta el centro de la ciudad. Es el principio, el sentido y la esencia del número que en esta edición ha ofrecido elementos de frescura. Muchas de las autoridades presentes ayer en el acto, entre las que se contaban el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y el resto de los miembros del Ejecutivo canario, además de los consejeros del Cabildo y del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, autoridades militares y alcaldes del resto de municipios de la Isla, destacaron la belleza, la vistosidad y el alborozo de un acto que causó “enorme entusiasmo” entre todo el público asistente.

La segunda representación el día 24 de julio; comenzo con una función a media tarde, en El Hospital de Los Dolores- para que de deleitaran las personas con diversos problemas de salud- (para luego seguir con - seis funciones más- en el Recinto de las fiestas y una especial en la Plaza de España, frente a "la Morenita, La Virgen de Las NIeves") , a la que acudieron los representantes públicos, presentó, un lleno total en el Recinto de las fiestas y se estima que pudieron disfrutar de el evento más de 20 mil personas. La multitud no impidió que los más pequeños, niños y niñas, fueran los que recibieran a los felices danzarines, sin poder reprimir sus carcajadas de emoción, una carcajada contagiosa y fresca que muchos adultos compartieron entre palmas y gritos de júbilo.
Estos danzarines bailaron por última vez, ante los pies de su Patrona – La Virgen de Las Nieves- en La Plaza de España. Asimismo, esta fue la función más importante, porque se despiden hasta el próximo quinquenio o Lustro (2015).


¡VIVA LOS DANZARINES “ENANOS” VIVA NUESTRA MADRE LA VIRGEN DE LAS NIEVES!