No me acuerdo cuando te conocí

No me acuerdo cuando te conocí, ni de mis primeras sensaciones contigo, tampoco me acuerdo de ti como una necesidad más bien como un secreto placer.

Todos los días me encontraba contigo a cada momento y me llenabas… me llenabas con tu dulzura a veces, con tu sabor en otras. 

Nunca olvidaré cuando me dijeron que valías mucho, te habían puesto un precio y eso para mí fue una sorpresa una extraña sorpresa. 

Yo que siempre te sentí hermana fiel, amiga de toda la vida, frescura y vida, eso eras…no tenias precio.

Amiga agua, quién te puso precio? Quién te mancillo y egoístamente se apoderó de tu alma y te vendió por el vil metal?...quien así lo hizo solo se merece una palabra, un epíteto que no soy capaz de decir, unas letras que quizás con el tiempo y con un poco de paciencia quizás…acabe diciendo

Deseo hermana que sigas llenando de sabor y placer a todos y que nadie se apropie de tu alma…por que en el fondo, tu hermana, eres el alma de todos los humanos…El alma de la tierra.

Nadie debe robarte de la esencia de los demás, nadie debería de dejarnos sin el placer de conocerte desde niños, hermana agua…hermana vida.

Tu alma nos sostiene pero pocos te valoramos…...tus gotas se mezclan con mi sangre. Y la sangre no se vende, la sangre no se corrompe, que nadie te corrompa.

            Fdo.- Juan Salvador Pérez - Una Pardela en Madrid