CARTA A UN PUEBLO:

Querido pueblo, sigues disfrutando de un clima envidiado por el planeta entero, tu lucha del año 1925 el día en que nos segregamos del municipio llanense, quedará en la historia de nuestro amado y querido pueblo.

¿Dónde estás hoy mi París Chiquito? ¿Dónde quedó esa unión que teníamos los bagañetes?

Nuestro pueblo hace años perdió el recelo que tenían de nosotros, un pueblo unido, todos nos queríamos como si fuésemos una gran familia, pero esto hoy se ha perdido, Tazacorte es un pueblo frustado, olvidado y en cual los vecinos se preocupan más de los problemas del tejado vecino, que de las propias piedras que tiene su mismo tejado. La unión que este pueblo tenía se fue en un barco sin conocer el rumbo, no podemos seguir que este pueblo siga remando la mitad para un lado y la otra mitad para el otro, me entristece que el potencial que tenemos como pueblo no lo dejen explotar y que pueda seguir con su crecimiento, se han cerrado algunos negocios cabe la posibilidad que sea por una mala gestión o la mala suerte de estos empresarios que quiso darle algo de vida a nuestro pequeño Tazacorte.

Luego hay otro tipo de negocio, que no han podido abrir sus puertas por una denuncia vecinal, esta denuncia proviene de familia que algunos residen para veranear y otros ni siquiera ya viven allí y mantiene esa casa vacía y olvidada, denunciando estos negocios por gente que ni si quiera se preocupa por la situación tan crítica que tenemos para prosperar, este tipo de negocio los bagañetes sabemos cuál es y se encuentra en una calle transitada, parte de esos vecinos denuncian que es molestoso tener delante de la puerta de su casa a la que vienen solamente en verano.

Se dice que rectificar es de sabios, pero dudo que este pueblo rectifique y todos abramos los ojos, la juventud lo que el cuerpo nos pide es abandonar el pueblo que nos vio crecer, en busca de un futuro mejor, porque veo que si llego a formar una familia en el futuro no se que podré dejarle a mi descendencia, me entristece que hayamos llegado a este punto, un punto de difícil retorno. Este pueblo nuestro tiene muchas cosas pendientes, pero la pregunta será la misma ¿será posible que se siga avanzando?

Los jóvenes somos el futuro de este pueblo, tienen que darnos la oportunidad de labrar nuestro futuro en nuestro pueblo, pero por mucho que salgamos a la brega terminamos vencidos, derrotados y entristecidos por ello. Dios solo sabe donde está marcado nuestro futuro. Día a día le doy las gracias por seguir luchando por lo que quiero y por soñar por los objetivos que me he propuesto en esta vida.

Y lo que es para mí más importante, haber nacido en la familia que nací, estoy orgulloso de mis raíces y de los amigos que me han regalado su amistad. Y en la calle actual donde vivo de la cual estoy contento con los vecinos que la componemos en apenas unos metros, en la que todos nos apreciamos y nos ayudamos mutuamente. Este es el pueblo que yo quiero, el aprecio que nos tenemos en esta calle como si de una familia se tratase, cabe mencionar también que hay vecinos a los cuales también se aprecian, pero por otra parte noto que el resto de vecinos mira con indiferencia a las personas.

¡POR UN TAZACORTE MEJOR!

Yonatan Lorenzo Ramos.