ESPERANDO A GODOT

         

Attendet Godot, del francés esperando a Godot. La obra de Samuel Beckett hoy en día cobra más sentido que nunca. El absurdo de la crisis y la situación política que vivimos me incita a opinar de esta manera. Creo que todos hemos de entender que la política hoy en día ha pasado de ser una vocación de servir para pasar a ser una vocación de servirme, salvo honrosas excepciones, los políticos han pasado a tomarse la política como algo suyo y sólo suyo y para su interés.

En muchos casos, yo diría en casi todos, los países funcionan como empresas donde hay sedes centrales, o gobierno central, delegaciones, que son las autonomías, y departamentos que son Las administraciones locales. Más o menos como funciona una empresa, salvo aquellas empresas piratas o defraudadoras tanto de la política como del dinero (Venezuela, Cuba, Bolivia, etc., y algún que otro país bananero).

Los “ismos”, tanto los socialismos, los nacionalismos, los centralismos, etc., han dejado de tener sentido en estos días sólo hay palabras como administrador, recaudador, estafador, etc. Se han acabado las ideas en la política, todo está escrito, y la mayoría de los mortales seguimos en la cola, cola del paro, cola de Cáritas, cola del banco, cola del pan, en definitiva, cola de la vida. A esta situación, en la que nos han  engañado como niños nos han llevado los listos de turno: políticos, banqueros, economistas, etc.

Se han reído y se ríen de nosotros como niños. En definitiva que seguimos como nuestros políticos, esperando a Godot (aunque creo que muchos lo han visto por la calle Génova y otros esperan por la calle Ferraz) pero no nos movemos. Que sí que ya vamos pero nunca vamos. Es como el carácter de la gente de mi pueblo, del que estoy orgulloso, porque deja de ser de izquierdas y de derechas, y empieza a ser un pueblo, aunque haya algún interesado en que esto no pase, aunque a estos siempre se les descubre (por sus obras les conoceréis).

En fin que los “ismos” se han acabado señores, debemos empezar a ver la política como otra cosa, como una empresa, como ya digo, en la que siempre el que produce es el que menos se lleva y el que está arriba (banqueros, empresarios, politicuchos, reyes, etc.,) están para lo que están, para seguir viviendo bien, que para pasar frío y hambre ya estamos los de abajo. Con los que no quieren vivir, pero sin los que no pueden vivir, y ahí está  nuestra principal arma. Que se estén “al loro”, como dicen por aquí por Madrid, que ya nos estamos cansando. 

Por último y sin que sirva  de precedente: Undargarín, paga lo que debes, que los de abajo estamos cansados de pagar. ¿Tú no ibas a ser menos, no? Y si nos cansamos no vamos a esperar a nadie… y eso a veces también es malo.

Dedico este articulo a todos aquellos tanto aquí en Madrid como ahí en mi tierra se levantan pronto, sufren y veces no tienen ni para comer. Pasan frio y penalidades para que otros vivan a cuerpo de Rey y se sigan riendo de nosotros…No nos toquéis la moral más.

 Juan Salvador Pérez Hernández (Un bagañete exiliado del mar)