La Gran Polvacera de Los Llanos de Aridane

Un año más se ha celebrado con  gran éxito La Gran Polvacera de Los Llanos de Aridane. Podemos decir que  puede ser un "calentamiento" para los que vivimos en este lado de la isla para ir ya calentitos y bien empolvados al día más grande que son LOS INDIANOS de Sta. Cruz de La Palma..


 


Con el permiso de D. Juan Ramón Rodriguez Marin, hemos cogido del muro su Facebook, estas palabras que explican como se creó esta fiesta Carnavalera en Los Lanos de Aridane.


ASÍ NACIÓ LA POLVACERA 


En la legislatura 2003-2007, siendo Juan Ramón Hernández Gómez, alcalde de Los Llanos de Aridane, el equipo de gobierno lo conformábamos, Luis Viña, Goyo Camacho, Carmelo, Susa, Beatriz, Sofía, Fermín, Fátima, Susana, Germán, Cabrera, Clemen y quien les comenta. Todos los días, cuando nos reuníamos para hablar de los temas del gobierno del municipio, entre otros temas, hablábamos de todo lo concerniente a las fiestas, entre ellas, los carnavales, nunca se improvisaba, todo lo contrario, se planificaba con tiempo suficiente, para organizar actos que fueran del agrado del pueblo. 
Hablábamos mucho de cómo recuperar el carnaval de día, estábamos convencidos que siendo una fórmula distinta al carnaval de noche al que estábamos acostumbrados en Los Llanos de Aridane, seguro que tenía que funcionar, pero nos estancábamos a la hora de que tipo de actos teníamos que plantear, algo si teníamos claro, tenía que ser en la mañana del sábado y tenía que dar pie a la espontaneidad ciudadana, en la que además pudiese disfrutar toda la familia, se hicieron algunas experiencias, pero no terminaban de alcanzar un nivel de aceptación. 
Quizás el nivel de autocrítica era elevado. Antes señalé que el diseño y organización de los actos, nunca se dejaban para última hora, ahora bien, el año 2005, hubo una excepción. 
Cuando ya estaban bastante cercanas las fechas de las fiestas del carnaval, yo aún siendo concejal de hacienda, entre otras cosas, no hacía sino darle vueltas en la cabeza a que acto podíamos celebrar, de repente se me ocurrió la idea, ¿Cuál es denominador común que todos los palmeros tenemos cuando llegan los carnavales, por el que nos identifican rápidamente cuando dos palmeros se encuentran un día de carnaval en Tenerife ó en Gran Canaria? muy sencillo, los polvos talcos, por tanto la idea empieza a tomar forma, organizar una gran polvacera, era sencillo de organizar y además era barato. 
Ese día al terminar el horario de atención a los vecinos, cuando llegué a la alcaldía, Juan Ramón se hallaba firmando una montaña de documentos y daba la sensación de que se encontraba un tanto ensimismado, me acerqué a la mesa y le dije: tengo una idea para activar el carnaval el sábado al mediodía, ¿Qué te parece si compramos un palé de polvos y se los vamos repartiendo a la gente y a la vez empolvándola? Va a haber música y quizás la gente se anime, Juan Ramón, que estaba con la vista firme en el montón de papeles, de repente levantó la cara y se quedó mirándome fijamente unos segundos en silencio, me parecieron siglos, y me dijo: Dale para delante y cómpralos. 
En ese momento se acababa de gestar La Gran Polvacera del Carnaval de Los Llanos de Aridane. 
Yo me puse como una moto, no crean que por el espíritu carnavalero que llevamos dentro, sino por la responsabilidad que entraña la toma de cualquier medida de este tipo, pero la decisión estaba tomada y había que intentarlo, por lo que nos pusimos manos a la obra. 
 Llegado el sábado, avisé a un operario, a Felipe, para que a las doce tuviese el camión preparado para ir a recoger unas cosas, ya en el camión le indiqué que teníamos que desplazar hasta a uno de los supermercados del municipio en el que con un montacargas nos depositaron en la parte trasera de la camioneta, dos palés de polvos talcos. El conductor no hacía sino reírse y decirme: Marín, te volviste loco. 
 Por otro lado se estaban montando los chiringuitos en los bajos de la casa de la cultura y algún problema había que tenía a Cabrera enfadado, al llegar el camión a la avenida Díaz Pimienta, a la altura de la fuente, desde el teléfono móvil, llamé a Cabrera diciéndole que a la camioneta se le había picado una rueda y estaba medio inclinada, en dicho lugar, que necesitaba de su ayuda urgentemente, rápidamente se encontraba al pie del vehículo, yo ya me encontraba sentado encima de uno de los pales de polvos, él cuando se encontraba a la altura del Banesto, ya se dio cuenta de la broma y llegó hasta el camión sonriendo, le dije que subiera para que me echara una mano a repartir los polvos y cuando alcanzó a estar sobre el camión comenzó el tenderete, la gente de todas las edades al vernos pasar repartiendo polvos y empolvándolos, se transformó, corrían detrás del camión empolvándose unos a otros y pidiéndonos más, de repente la gente se olvidó de todo protocolo en cuanto a la ropa que tenía puesta, algunas mujeres recién salidas de una peluquería que se halla en la Avda. Díaz Pimienta, se reían mientras se empolvaban mutuamente. 
Una de las imágenes que recuerdo es la de Don Marino el anterior párroco de la iglesia de Los Remedios, venía desde la plaza paseando a un paso cadencioso y cuando vio la nube blanca acercándose a él, corría como si tuviese 15 años, huyendo de la polvacera. 
Al llegar con el camión a la altura del kiosco, mientras que a la gente que se hallaba en la zona, le entró una locura colectiva por empolvarse unos a otros, Parmenio el de Palmaflor trancó el comercio como si fuera una prisión de máxima seguridad y Toni el de foto 3 corrió a buscar la cámara para inmortalizar la primera polvacera. 
En el kiosco al no estar prevenidos aquel día hasta las borras del café eran blancas. 
Así nació la polvacera, al pueblo se ve que le gustó, y la fiesta con el paso de los años evolucionó, incluso se organizó una polvacera chica, el sábado de piñata. 
Hoy pretenden casi que proscribirla porque la consideran la culpable de todos los males de la economía del municipio.


Juan Ramón Rodriguez Marin