TEMBLORES DE OTOÑO

Todavía recuerdo el año 1971, apenas tenía cinco años, temblaba la tierra bajo mis pequeños pies y yo en mi inocencia me sentía extraño y sorprendido por aquel  fenómeno natural,para mi inexplicable. Me imagino que hoy en día algún niño Bambiche,Herreño o de la isla del Meridiano, tiene mis mismas sensaciones de aquellos dias.Dicen que es probable que haya un volcán submarino que posiblemente en unos años haga emerger el boceto de una nueva isla, otros sin embargo lo localizan en el mismo territorio insular herreño. El caso es que un volcán siempre significa el nacimiento de algo sobre todo en un territorio como el canario tan acostumbrado desde el albor de los tiempos a estos fenómenos naturales. El caso es que de una manera u otra mis paisanos  herreños están preocupados y se sienten pequeños ante los continuos temblores que se están produciendo. A veces  la vida misma está llena de miedos y temblores, de incógnitas sin resolver pero vida, vida es. También recuerdo que en los días claros se veían las luces de los coches y el alumbrado en los pueblos del Hierro y te preguntabas quien vivía allí que pensaban y  que hacían, para mi aquella visión de la isla hermana era algo mágico y puro era como una película proyectada sobre un mar en calma sobre mi añorado Atlántico. Quizás algún herreño tenga hoy esas mismas sensaciones cuando divisa nuestra tierra desde allí en los días claros y limpios aunque me parece que en estos días todos están más preocupados por lo que puede pasar en su tierra que por la visión poética de la Palma, que a mi entender supone la visión de otra tierra separada por una lengua de mar tranquilo. Mis palabras quieren ser un punto de solidaridad con aquella tierra tan cercana a la mía y bella como la nuestra. Siempre se ha dicho de los herreños que son los que mejor pronuncian el castellano y que tienen un acento libre de vicios léxicos aparte del dicho de las belleza de sus mujeres, las palmeras perdónenme los herreños son más guapas, también se habla de la bajada de laVirgen de los Reyes de sus tambores y chácaras de sus sabinas y de su Garoé, ese árbol mágico que les libro de la sed alguna vez, de sus grandes lagartos y sus roques. Pero hoy en día de lo que más se habla de los herreños es de sus temblores de sus alertas y de sus posibles volcanes, a veces solo se acuerdan de uno cuando parece que las cosas van a ir mal, es el morbo innato del ser humano. Me gustaría que los herreños se sintieran arropados por todos los canariosysobre todo por los palmeros que de una manera u otra somos como sus hermanos mayores a los que deberían poder recurriren caso de necesidad. Dios no quiera que tengamos que llegar al extremo de tener que acogerles por una posible evacuación de la Isla pero si esa sí me gustaría que sintieran que los palmeros no les van a fallar y que se sintieran arropados por todos. No creo que se llegue a esta situación y que los temblores solo sean un preludio del nacimiento de un poco más de tierra mágica y hermosa, tierra canaria. Yo desde luego sigo exiliado del mar y esperando el Otoño en  tierras lejanas y acordándome alguna vez de mis hermanos herreños por los cuales me preguntan estos días algo más de la cuenta, algunos sin saber si es una isla o un pueblo, sigo acordándome de ellos e imaginando a algún niño emocionado y tembloroso como su tierra lleno de inquietudes y sorpresas esperando el nacimiento de algo que sin dudas es para bien aunque siempre los nacimientos no fueron faciles.Animo bimbaches suerte y contad con vuestros hermanos que para eso estamos.

 

UN BAGAÑETE EXILIADO DELMAR=J. Salvador Pérez Hernández