" UN BAGAÑETE EN EL HIMALAYA " ( 5 )

          Dejamos el encanto de la Plaza Durbar en Katmandú y nos dirigimos a la ciudad de Patán, está a unos 5 kilómetros de Katmandú, pero simplemente es una continuación de esta, los vecindarios estan confundidos, de este puente para allá es
Patán. Nos dirijimos a ver la Plaza Durbar. Pero bueno!...¿no acabamos de visitar la Plaza Durbar? Si, pero Patán tiene su propia Plaza Durbar.

        Algunos viajeros hacen rivalizar a ambas plazas en belleza arquitectónica, solo diré que las dos estan provistas de un gran encanto y no pueden dejar de visitarse, como se suele decir, son visita obligada.
         Apenas rebasados unos cuantos metros, nos damos de lleno con unos cuantos  "shadus" (hombres santos ) o lo que nosotros en occidente llamariamos "santones". Es toda una experiencia encontrarte con uno de estos personajes de frente,
después de haberlos visto en documentales por la televisión.
          Me dirijo a ellos y los saludo a la usanza del hinduismo  ¡ Namasté ! (Hola). En este pais siempre que saludas a alguien, siempre te responden al saludo.  En nuestra tierra saludas por la calle a un desconocido y te mira extrañado... ¡¿y quien es 
el coño bobo este? !

Santones en la Plaza Durbar (Patán)

     Nos volvemos a sumergir de lleno en la Plaza Durbar de Patán, siempre atentos aquien sabe que nuevas sorpresas podremos encontrarnos al doblar cada esquina. Sobre el tejado de madera de uno de los templos veo deambular un gato, apenas hay gatos en el Nepal, de hecho, este fué el único que vi. Me asalta la duda de si formará parte de la gastronomia local la carne de gato.

     En esta época del año los nepalíes estan de fiesta, nuestro guia nos explica, que es como en occidente, cuando se acerca
las fiestas navideñas. Es el festival del Dashain, transcurre entre septiembre y octubre, empieza con la luna en creciente 
y termina cuando la luna llena, se sacrifican gran cantidad de animales para ofrendas y para el consumo propio. 

 Plaza Durbar (Patán )

     Templos, monasterios budistas e hinduistas, todo se mezcla en un armonioso caos de construcciones a cada cual más sorprendente para el viajero. Estatuas de leones, guardando celosamente la entrada de un templo, bajo relieves a veces rozando lo imposible, ¿como sería esto hace cien o doscientos años atrás, cuando ningún turista llegaba hasta aquí?. Me vuelvo a acordar de Luis.

Entrada al Templo Dorado (Patán)

 

Otro rincón de la Plaza Durbar en Patán.

     Es la hora de la comida y lo hacemos en uno de los restaurantes que hay dentro de la plaza, comida nepalí, por supuesto. ¡Cuidado con algunos platos ! ¡ Son picantes como el demonio!  Pero es curioso, no tuvimos que echar mano de nuestra provisión de antiácidos que llevábamos a mano a lo largo de nuestra estancia en Nepal. Terminando de comer, le pedimos a nuestro guia que nos acercara al barrio de Tamel en Katmandú, pues queriamos callejear un poco.
     Tamel, en Katmandú, es un laberinto de calles, con infinidad de tiendas, muchísimas tiendas una a continuación de otra, aquí se encuentra practicamente casi de todo. Aprovecho para para comprarme un chubasquero, despues del consabido regateo casi obligatorio por estas latitudes, me compro uno por 18 euros (me pedian 30 y en Frankfurt, uno muy parecido salía por... más de 100 ) buena compra.
     Paramos en un restaurante que tenía un patio interior a reponer fuerzas. Descubro que en Nepal se cultiva caña de
azucar,  con la que se hace un ron de excelente calidad
( ¡Y yo cargando desde Canarias una botella de Ron Aldea !). 
Pues si señor, está muy bueno, ¡dos pelotazos de ron !...
300 rupias !...3 euros !...más barato que en Canarias !   
 

Una de las calles de Thamel.

    Volvemos a la calle, hay que andar con cuidado, motos, coches, furgonetas circulan por estas calles tan estrechas, el nepalí se pasa por el forro las señales de circulación, así que hay
que andar esquivando el tráfico constantemente.
     Llegamos al punto de partida, en donde nos dejó el guia. No hace falta parar ningún taxi, ellos paran a tu lado y te preguntan donde quieres ir. Negociamos el precio hasta el hotel, me piden 5.000 rupias,... ¡joer, por ese precio me llevas hasta Filipinas !...nada, nada 300 rupias y vas que te matas, aceptó encantado.
       Mañana nos espera un largo viaje por carretera hasta la ciudad de Pokhara, que dista unos 150 kilómetros de Katmandú y que se tarda en coche unas 5 horas... así que vayanse haciendo una idea del estado de la carretera.

      A continuación subo un vídeo sobre la Plaza Durbar de Patan. Mucha atencion al minuto 4.05. La música no es el nuestro "Vuela vuela palomita", pero... miren que sorpresa nos depara el Nepal.

Y este otro sobre el barrio de Thamel.

Fdo.: Curva de Marina