" UN BAGAÑETE EN EL HIMALAYA " ( 7 )

Pokhara es la segunda ciudad mas poblada de Nepal, aqui la vida transcurre mas sosegadamente que en la bulliciosa Katmandú, es una ciudad que nada más llegar te extiende una invitación para que te quedes. Tranquila, relajada, bucólica y al mismo tiempo cosmopolita, sin perder su verdadera esencia, no se permite construir en altura en Pokhara. En realidad hay dos Pokharas, la turística en la zona del Lakeside
(a orillas del lago Phewa) y la mas antigua y ancestral. La realidad es que ambas ciudades se entremezclan y casi se confunden y funden una con la otra.
 

Pokhara a orillas del lago Phewa.

   
     Por la mañana nos recoge nuestro guia en Pokhara, Visnu, para eneñarnos los puntos más turisticos de esta ciudad y adonde nos dirigimos primeramente es a dar una vuelta por el lago Phewa, de aguas muy tranquilas. Navegamos en una especie de piragua por la orilla de enfrente a la ciudad. En la foto es ese monte poblado de árboles que está a la derecha de la foto. Hasta nosotros llega un zumbido muy intenso, le pregunto al guia si existe alguna especie de central eléctrica dentro de ese monte.
 - No sir, you´re listen are crickets.  (No señor, lo que usted oye son grillos) Madre mia, deben haber cientos de miles de ellos !!

  Nos dirigimos a una pequeña islita que está en el centro del lago (se aprecia en la foto anterior) y en la que se encuentra un templo hinduista, regresamos placidamente remando hasta la orilla, mariposas nunca antes vista por el que esto les cuenta, nos acompañan en nuestro regreso, tambien nos acompañan otras tres canoas más, estas llenas de chinos, como siempre dando el cante, despues dicen que los latinos somos
escandalosos, pues anda que los chinos. Hasta chocaron y casi se van al agua más de la mitad y el lago tiene 70 metros de profundidad.
 
 

Embarcadero en lago Phewa (Pokhara)

     Me acuerdo de la La Palma y me acuerdo de Tazacorte, en Tazacorte miras hacia la cumbre y tienes rodeándote al Time, la Caldera y al Birigoyo. Aquí en Pokhara entro por primera de lleno en contacto visual y anímico con el "Techo del Mundo", se disipan las brumas matinales y aparece allá arriba el Himalaya las cumbres siempre nevadas de la cordillera más alta de la 
Tierra. Me siento insignificante ante tanta belleza, creo que fué en este momento que Nepal acabó de conquistarme en todos los sentidos.
 

Entramos contacto con el Himalaya. Destaca el Annapurna con sus 8.091 metros de altitud.

Annapurna (en sánscrito significa "Diosa de las Cosechas", 8.091 metros de altura) y fué la primera montaña con más de 8.000 metros en ser escalada allá por 1.950.

  Visitamos la parte antigua de Pokhara, donde aún quedan bastantes casas típicas de como era la ciudad hace unos doscientos años atrás, seguimos viaje por la ciudad y llegamos al rio Seti, es decir a una de sus orillas, el rio estaba unos 100 metros allá abajo en el fondo y habia que cruzarlo sobre un puente colgante hecho de cables de acero, aquellos que sufran de vértigo abstenerse de cruzarlo.

Puente sobre el rio Seti (Pokhara)

   Otro punto de interés en Pokhara es la Devil Fall (Cascada del Infierno) en donde  de los afluentes del Seti encajonado en un estrechísimo barranco desaparece por una angosta cueva para introducirse en las profundidades de la tierra, un espectáculo de la naturaleza digno de verse.

Devil Fall  (Pokhara)

  A petición propia le decimos a nuestro guia que nos deje en la zona del Likeside o zona turística de Pokhara para callejear un poco y buscar un sitio donde comer, tambien nos urge cambiar dinero, no es problema porque existe muchas casas de cambio. Regresamos al hotel y planificamos la tarde.
   El resto de la tarde decidimos visitar la Pagoda de la Paz Mundial, que se encuentra a varios kilómetros de la ciudad en lo alto de una montaña y de donde se divisa una vista completa de la ciudad y del lago.
   Acordamos el precio con un taxista, bastante joven y hacia allá que nos vamos, por el camino lo llaman por el móvil, es su mujer, la recoge y a su hija de 3 años y medio. Aquí es asi y no nos importa que nos acompañen. Los últimos tres kilómetros la maltrecha carretera por la que transitamos desaparece y pasa ha ser una pista de tierra totalmente escarbada y poco menos que imposible de subir por allí, solo para 4 X 4, pero subimos, en
un Suzuki chiquitito, pero subimos.
Subimos hasta el aparcamiento de tierra, todavia falta, pero el resto hay que hacerlo andando y es una pechada que agüita, ya que llegamos hasta aquí, subimos, buche de agua y para arriba. Empieza a atardecer, pero una vez arriba mereció la pena el esfuerzo.

Pagoda de la Paz Mundial

   Antes de acceder a la planicie de la pagoda existe un pequeño monasterio donde estaban unos monjes budistas recitando sus mantras. Al llegar a la escalinata de la pagoda, hay que descalzarse, es un lugar sagrado, así lo hacemos.
   A lo lejos y recibiendo los últimos rayos del sol aparece el Himalaya, mimetizándose con el atardecer y ofreciendo una

vista imposible de describir. Me acuerdo de LuisMimarlo.

  "No existen lugares de paso, sino el viajero que pasa, guardando para siempre la esencia de los paisajes que le
acogieroun instante en su camino "

     Fdo.:Curva de Marina

  Dedicado este artículo a Feliciano Gonzalez, uno de los administradores de este Blog por su cumpleaños.