Jaulas de acuicultura

 

Me llegan fotos de un objeto encallado en la playa del Puerto de Tazacorte. Esta vez no es ningún “OSNI” (Objeto submarino no identificado), es una jaula de acuicultura presumiblemente de las que hay abandonadas en nuestra costa, que pena me hacía ilusión un objeto extraño mas en el Puerto.

Bromas aparte la acuicultura ha sido un fracaso, no sé si se debe a que aún no hay normativa clara sobre estos temas pero el caso es que un negocio que se las presumía todas consigo por lo que veo ha fracasado estrepitosamente. Hace años en Playa de San Juan en el sur de Tenerife, año 2011, ocurrió un caso similar el abandono de este negocio supuso un peligro no solo medioambiental sino físico para la actividad pesquera de esa zona. 

  Hoy desgraciadamente nos toca vivir esta situación a nosotros, en nuestra costa, y eso que aún no han llegado los temporales fuertes en la mar como será a partir de ahora y en estos meses de invierno.

 Por las imágenes que veo la jaula tiene unas dimensiones que la hacen peligrosa para la navegación y supone un deterioro del litoral marino. Una jaula de esas dimensiones es una bomba de relojería tanto para la seguridad de nuestros pescadores como para cualquier embarcación de recreo que se mueva por la zona.  

Es más creo que también deteriora la imagen de nuestra costa a nivel turístico.  También y creo que no me equivoco hay como unas veinte jaulas abandonadas, qué tiempos aquellos de las subvenciones y de los días de vino y rosas. 

El caso es que solo ACUIPALMA mantiene sus jaulas en condiciones y hay como unas veinte jaulas que como he dicho son un peligro potencial para nuestro litoral. (pertenecientes a otras dos empresas) No sé a quién corresponde tomar medidas y si se tomaran. Desde este blog pedimos un poco de atención a este tema y que se solucione de una manera eficaz el deterioro en el que se encuentra la acuicultura en nuestro litoral y si hay que pedir responsabilidades se pidan. Esta vez gracias a Dios no se ha escapado ni una lubina ni una dorada mal que le pese a algún pescador de orilla. Esperemos que no haya más escapes de jaulas y que la costa “bagañeta” siga ofreciendo seguridad belleza y provecho a aquellos que con esfuerzo han hecho del mar su modo de vida. Esta vez no era un OSNI, que pena.