Un día triste

No se quien tiene la culpa ni lo se y hasta me parece que tampoco a esta alturas ya importe.

Hoy me han dado una mala noticia, una noticia que no por esperada y sabida deja de ser una mala noticia. Esta noticia es el comienzo de las obras de la carretera de circunvalación de Tazacorte .No se a quien se le ocurrió la idea, bueno mejor dicho si lo se pero me lo callo por no levantar ampollas. El caso es que hoy se ha roto el paisaje de mi niñez y juventud, el manto verde de plataneras que acababa rematado en el azul profundo del mar hoy ha dejado de existir. Ahora cual serpiente venenosa va a estar atravesado este paisaje por un sin sentido de carretera, bueno si que tiene sentido: el especulativo. Dicha serpiente va a romper y mancillar un paisaje único en aras de un mal entendido progreso.

Se rompió ya otro vínculo que me unía a mi pueblo, ya para mi no va a ser lo mismo volver a Tazacorte.Si vale, que todo tiene que cambiar, pero de verdad era necesario tan necesario aislar el pueblo, era necesario cargarse este paisaje? Era necesario cargarse el azul y verde y cambiarlo por el negro y gris? Esta herida que nos van a hacer a todos sirve para algo? Nos va a curar algo, va a sanar la economía de Tazacorte? 

Últimamente la relación con mi pueblo es una relación interrogativa, no hago sino hacerme preguntas y es que mi corazón no hace nada mas que llevarse disgustos.

Bagañetes esto no es el progreso, yo no estoy en contra de que se progrese pero si eso significa romper mi singularidad, aislarme y pan para hoy  hambre para mañana prefiero seguir viviendo como hasta ahora con poco pero con dignidad. Nadie lo podrá evitar ya, el pueblo quedara aislado y al final será la periferia de ese nuevo Tazacorte que va a nacer del marrón-cemento y del negro-asfalto, que va a nacer a la sombra de esta serpiente que nos hiere en lo mas profundo de un paisaje sacado adelante con el esfuerzo de nuestros mayores un paisaje que hoy a muerto para siempre y por el cual, yo el primero, no hemos hecho nada. Esta herida no va a servir de cirugía de ningún mal económico al contrario a mi modesto entender solo servirá para que alguno se llene el zurrón y para que mi pueblo pierda la sinfonía de colores cual paleta de pintor que disfrutábamos todos cuando el sol se ponía.

 Y todo esto en nombre de ese progreso que nos quieren vender, ese progreso que nos esclaviza cada vez más y que solo sirve para disfrute de unos pocos a los que el sentimiento ya se les murió hace tiempo.

Adiós a las puestas de sol desde la avenida nunca volverá a ser lo mismo…Hoy un poco de Tazacorte ha muerto. Hoy me perdido un trozo de mi alma.  

Juan Salvador Pérez Hernández.

La patria es una peña, la patria es una roca, la patria es una fuente, la patria es una senda y una choza. Mi patria no es el mundo; mi patria no es Europa; mi patria es de un almendro la dulce, fresca, inolvidable sombra. A veces por el mundo con mi dolor a solas recuerdo de mi patria las rosadas, espléndidas auroras. A veces con delicia mi corazón evoca, mi almendro de la infancia, de mi patria las peñas y las rocas. Y olvido muchas veces del mundo las zozobras, pensando de las islas en los montes, las playas y las olas. A mí no me entusiasman ridículas utópias, ni hazañas infecundas de la razón afrenta, y de la Historia. Ni en los Estados pienso que duran breves horas, cual duran en la vida de los mortales las mezquinas obras. A mí no me conmueven inútiles memorias, de pueblos que pasaron en épocas sangrientas y remotas. La sangre de mis venas, a mí no se me importa que venga del Egipto o de la razas célticas y godas. Mi espíritu es isleño como las patrias rocas, y vivirá cual ellas hasta que el mar inunde aquellas costas. La patria es una fuente, la patria es una roca, la patria es una cumbre, la patria es una senda y una choza. La patria es el espíritu, la patria es la memoria, la patria es una cuna, la patria es una ermita y una fosa. Mi espíritu es isleño como las patrias costas, donde la mar se estrella en espumas rompiéndose y en notas. Mi patria es una isla, mi patria es una roca, mi espíritu es isleño como los riscos donde vi la aurora.

.Nicolás Estévanez